martes, 4 de febrero de 2014

UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ
HUEHUETENANGO, HUEHUETENANGO

CARRERA: TÉCNICO EN FISIOTERAPIA
CARRERA: ARQUITECTURA

CURSO: COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA
CATEDRÁTICO: MA. LIC. ALEJANDRO GUDBERTO CAMAS CHÁVEZ


I. COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA  (Código: 166)

Al decir “tipos o formas de expresión” se hace alusión al modo en que las personas interactuamos con el otro y se puede desarrollar de dos maneras: oralmente o por medio de la escritura. Estas formas poseen distinciones entre sí, aunque ambas responden al proceso comunicativo; es así que en oportunidades se dice que los seres humanos escribimos mejor de lo que hablamos y estas variaciones o diferencias serán comentadas a continuación.

1. Comunicación Oral

  • Utiliza el canal auditivo, pues uno percibe las palabras a través del oído
  • Se escuchan los diferentes fonemas de modo lineal, es decir, uno tras otro, ya que  una persona no dice dos palabras simultáneamente.
  • El emisor puede retractarse de lo que dice.
  • Existe interacción, feedback, retroalimentación entre los hablantes.
  • Las palabras a medida que se dicen se van, o sea la comunicación desaparece o es efímera y dura lo que permanece el sonido en el ambiente, no más tiempo.
  • Se utilizan soportes verbales y no verbales, así como elementos paraverbales al momento de la acción comunicativa. Movimientos, desplazamientos y distancias; gestos, tonos de voz, uso de apoyo visual y elementos tecnológicos, entre otros.
2. Comunicación Escrita

  • Se percibe a través de la visión, pues las palabras se leen y, por ende, se utiliza el sentido de la vista. Esto causa una mayor concentración del lector, pues para entender la idea planteada debe analizar el contenido y evaluar las formas de la escritura o el sentido que tiene ésta.
  • Hay un proceso denominado holístico, que quiere decir que la vista analiza cada una de las partes que va leyendo, sea un texto horizontal o vertical, que implica una comprensión del receptor.
  • La escritura posee un mayor nivel de elaboración que la comunicación oral, pues se tiende a tener más cuidado de las palabras que se plasman. Asimismo, existe la posibilidad de borrar y arreglar las faltas o ideas mal planteadas, según lo considere el emisor.
  • Son importantes los elementos de acentuación, pues le darán sentido a la lectura; pausas, interrogaciones, tildes, comas, etc.
  • Existe la posibilidad de relectura, que el destinatario o lector revise las veces que desee el documento o escrito, pues este tipo de comunicación permanece en el tiempo (salvo que sea destruido).
  • No hay una interacción instantánea o directa entre emisor y receptor.
  • El soporte verbal que es la base en esta comunicación es la escritura, las palabras. Eso no implica que el texto no pueda llevar gráficos, dibujos o diseños, pero lo primordial será el léxico escrito.
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  • El estudio de la comunicación es una de las actividades más destacadas en nuestra vida contemporánea.  Y es que no se concibe el funcionamiento de la sociedad, sin el factor más importante que permite la interrelación entre sus miembros.  Este factor es naturalmente la comunicación.

    Así, desde las sociedades más primitivas, hasta las posibles comunidades espaciales  que el hombre instalará algún día fuera de nuestro planeta, se han desarrollado  y se desarrollarán diversas formas de intercambiarse pensamientos, sentimientos y actitudes, tomando como base el entorno sígnico de cada grupo.

    Vida, signos y comunicación es la secuencia, que sin duda, acompañan al hombre desde que nace hasta que muere. De ahí la importancia de ésta y de las ciencias que la explican: la semiología, cibernética, biónica, informática, etc.

    II.  EL DESARROLLO DE LA  COMUNICACIÓN

    Desde hace cientos de años, cuando los antepasados del hombre vivían en congregaciones (sociedad primitiva) y efectuaban cierta actividad conjunta, existía determinado tipo de comunicación, tal vez débil como  la que hay actualmente entre los miembros de la sociedad de algunos insectos.  Más tarde, cuando los cosas de ayuda mutua se multiplicaron, “los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros” o de tener un tipo de comunicación más efectivo y explícito, es decir de ponerse en relación, de interactuar unos con otros de manera eficaz.

    Según algunos antropólogos, surgió un tipo de comunicación más especializado (la comunicación táctil) y posteriormente los gritos y diversos sonidos humanos adquirieron en forma paulatina un significado, creándose el lenguaje.

    Comunicación: Es un fenómeno de interacción social. Es un hecho indiscutible porque toda sociedad necesita, para su desarrollo establecer relaciones entre los hombres, y éstos con instituciones, y para ello es incuestionable que debe hacerlo utilizando la comunicación, en cualesquiera de sus manifestaciones.

    La comunicación es el oxígeno de la sociedad, es el elemento a través del cual el hombre ha hecho posible el avance científico, tecnológico y en todos los órdenes de la vida.  Por ello puede semejarse al plasma  en donde se desarrollan todas las relaciones sociales de producción de bienes materiales y espirituales.  Y en efecto la humanidad no habría podido alcanzar los estadios de desarrollo actuales, si no se hubiera contado con los mecanismos necesarios para la transferencia del conocimiento y de la experiencia particular de los demás seres humanos  que compartían un mismo núcleo vital.  La comunicación es la puerta que nos permite el acceso al mundo de la cultura.

    En síntesis, la comunicación es, desde las señales más rudimentarias utilizadas por los hombres con el fin de comunicarse, pasando por las señales de humo, las pinturas rupestres, el tamborileo de los nativos africanos, los sonidos onomatopéyicos de algunos indígenas americanos, simulando el canto de las aves, hasta los más sofisticados y avanzados medios de difusión transculturizante, como los satélites y la informática general.

    Hechas las observaciones anteriores, podemos inferir entonces, que la comunicación es tan antigua como el hombre.  Es el motor del progreso y el desarrollo que lo ha acompañado en el camino de las conquistas tecnológicas, científicas, artísticas, etc.

    Ahora bien, usted estudiante Marianista, todavía tiene la duda del significado exacto de lo  que es comunicación, en qué consiste este fenómeno;  le daré algunas definiciones y tome usted la que mejor considere correcta:

    -              Es el proceso en el que ocurre una transferencia de información
    -             Es el intercambio de ideas, sentimientos, emociones entre un comunicador y un receptor.
    -              Es un acto de dar  y recibir información.
    -              Ponerse en contacto emisores y receptores
    -              Lograr la interacción de unos sobre otros en un contexto dado.

    El verbo comunicar proviene del Latín “comunicare” que significa: puesta en común o poner en común.  En su acepción más general, comunicación es acción y efecto de hacer a otro, partícipe de lo que uno tiene, descubrir, manifestar o hacer saber a uno alguna cosa, consultar, conferir con otros un asunto tomando su parecer.

    Hasta aquí, estoy seguro, que usted ya tiene su propio concepto de comunicación, y sabiendo que la comunicación ha tenido una evolución desde la táctil hasta llegar al lenguaje, se puede decir que ha seguido evolucionando al igual que el conocimiento que sobre ella se tiene y cabe hablar de lo que hoy se denomina el proceso de la comunicación.

    Por proceso se entiende “cualquier fenómeno que presenta una continua modificación a través del tiempo o cualquier operación o tratamiento continuos”

    Al aceptar este concepto de proceso, se están considerando “Los acontecimientos y las relaciones como dinámicos en un constante devenir, eternamente cambiantes y continuos... algo que no es estático, ni descansa; que se halla en movimiento.  Los componentes de un proceso “interaccionan”, es decir, cada uno de ellos influye sobre los demás” Por ejemplo: Augusto Castillo se encuentra esperando a su novia Vivy, que se está arreglando para salir juntos al partido de fútbol del Huehueteco F.C. contra El Barcelona, sin embargo, ella tarda mucho en arreglarse y el novio le dice:
    -¡No vamos a alcanzar lugares!

    Al decir esto, además de transmitirle a su novia la información de que ya es tarde, tiene la intención de que ella apresure su arreglo y espera que entienda su intención.  Ante esta locución, ella responde:
    -              Un minuto y nos vamos.

    Como se puede ver, Augusto Castillo logró influir en la actitud de Vivy, quien rápidamente se pone su short y toma algunos centavos y salen.

    También se entiende que el proceso consta de una serie de fases y que tienen una meta, un fin.

    Al ser la comunicación un proceso, ésta contiene todas las características de la definición, o sea, es algo en constante evolución, constituido por un conjunto de fases con una meta y cuyos elementos interactúan unos sobre otros.


    1.        TIPOS DE COMUNICACIÓN

    1. Cercana:  por ejemplo, dos personas que charlan una junto a la otra.
    2. Distante:  Por ejemplo, la que se establece por medio del teléfono o  la radio.
    3. Unidireccional:  Cuando el destinatario no tiene posibilidad de intercambiar mensajes con el destinador. (por ejemplo,  una carta,  circular o periódico)  (información)
    4. Bidireccional:  Cuando entre destinador  y destinatario puede existir un inmediato intercambio de mensajes (por ejemplo, la comunicación telefónica o la de los radioaficionados (comunicación).
    5. Interindividual:  Cuando el alcance de los mensajes se reduce a un pequeño grupo de personas.
    6. De difusión masiva: Cuando el mensaje puede alcanzar a gran cantidad de individuos.

    2.        LA COMUNICACIÓN PROCESO CENTRAL DE LA CULTURA

    La comunicación la constituyen las diversas formas de interacción y relación que establecen las personas de una o varias comunidades humanas.  A través de ella se concreta la vida social.  Dicho de otro modo, la comunicación es el proceso por el cual, una comunidad humana dada, produce y reproduce todo el sistema de vida que la caracteriza e identifica y que genéricamente llamamos cultura.  La comunicación le sirve a la comunidad en cuestión para cohesionarse y regular sus relaciones.

    La cultura es un sistema de códigos de significación.  Para ilustrarlo en términos simples, supongamos que cayéramos en paracaídas en un sitio desconocido de la Tierra, sus habitantes nos comunicarían quiénes son y cómo viven a través de:

    ·         La figura de sus cuerpos
    ·         Sus gestos y actitudes
    ·         La manera como se relacionan en el espacio
    ·         La vestimenta y los accesorios que llevan
    ·         Los objetos que usan
    ·         Su organización social
    ·         Sus costumbres
    ·         La manera como hablan y por supuesto, con sus palabras, desde que conozcamos su lengua.

    Igualmente ocurre entre nosotros que día a día y hora a hora nos ponemos en escena para cada ritual: usamos determinadas prendas para el trabajo, otras para dormir, otras para los días de descanso, otras para hacer deporte, otras para estar en casa, etc.

    Lo que pasa es que creemos que sólo comunicamos palabras, no obstante, es preciso entender que cada una de nuestras acciones no es gratuita, ni caprichosa, pues nuestro comportamiento, como dice el psiquiatra Albert Scheflen citado por Ferruccio Rossi – Landi, está programado por la cultura.  Y decir que está programado tiene para él dos implicaciones:  1. Que actuamos con base en unas reglas y 2. Que a su vez éstas las aprendemos consciente o inconscientemente en los procesos de socialización.  Es por algo que los gerentes tienen “cara de gerentes” y que los médicos tienen “cara de médicos”

    Simplemente es que cada quien aprende a hacer su rol y la manera como lo hace genera una significación para quienes interactúan con él. Por supuesto que el modo de actuar está vinculado con un discurso y un léxico apropiado para cada rol.

    Para redondear hasta aquí la idea de la comunicación como proceso central de la cultura, quiero remitir a Paul Watzlawick en un artículo a través del cual enriquece el concepto de comunicación señalando que la misma está constituida por dos aspectos: informaciones y relaciones y que el sentido de ambas está condicionado por el contexto en el que se producen.
    ·         El periodismo
    ·         La comunicación audiovisual
    ·         La comunicación organizacional
    ·         La publicidad
    ·         Las diferentes manifestaciones artísticas entre las que están, las visuales como la pintura; las auditivas como la música; las representativas y escénicas como el teatro, la danza, la pantomima; las audiovisuales como el cine y el video arte, etc.
    ·         Las diferentes tecnologías de transmisión de datos, textos, sonidos, gráficos, imágenes estáticas o en movimiento propias de la era de las telecomunicaciones, etc., etc.

    III.  ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

  • Pese a que cada uno de los sucesos de comunicación, el hombre es el protagonista, no se encuentra ajeno a los elementos que necesita para poder ejercer la comunicación.  Según la Teoría de la Comunicación, para llevar a cabo el proceso de comunicación es necesario contar con un circuito que posea un emisor, un mensaje codificado, un canal y un receptor.  El emisor da el mensaje que el receptor se encargará de decodificar para producir una respuesta.  Si el mensaje emitido es correctamente decodificado, el circuito está completo, y el objetivo de ida y vuelta (feedback) se ha cumplido

    1.        COMUNICADOR – EMISOR: Es quien emite o envía un mensaje. Del comunicador depende en gran medida que los mensajes que envía sean correctamente descodificados por quienes los reciben. Cuando una persona (emisor) transmite una información (mensaje) a otra (receptor), el emisor tiene un objetivo al hacerlo (con qué intención) y espera influir en el receptor con su mensaje (con qué efectos).

    2.        PERCEPTOR – RECEPTOR: Es quien recibe el mensaje enviado por el comunicador, el perceptor puede ser individual o grupal. El perceptor capta, almacena, analiza, sintetiza y da una respuesta a los mensajes que recibe. .  Tanto el perceptoEsta respuesta recibe diferentes nombres: retorno, retroalimentación, feed back, como el comunicador, están sujetos a los diferentes factores que afectan la órbita de emisión y recepción de información.  De tal manera, que los elementos a los cuales se encuentra sujeto el comunicador, son también aplicables al perceptor.

    3.        MENSAJE: Daniel Prieto, dice que el mensaje es el elemento objetivo del proceso, lo que el emisor estructura y llega a los sentidos del perceptor, el cual sólo se produce si responde a un determinado código.  El mensaje es la información que deseamos transmitir; el conjunto de ideas, pensamientos, sentimientos que el emisor envía al perceptor.

    4.        CANAL:  El medio físico a  través del cual se transmite el mensaje es el canal de comunicación; por ejemplo, en el caso del lenguaje humano el canal es el sonido audible (ondas sonoras) y en las señales de tránsito lo son las placas metálicas o de otro material que contienen información.  Por esa razón puede llamársele también simplemente “medio”. Los canales o medios de comunicación son diversos y dependen de las circunstancias y necesidades históricas de la humanidad. El medio a través del cual se transmite la información o mensaje puede ser desde las ondas sonoras en la comunicación cara a cara, hasta cualquier otro medio más sofisticado.  Desde los inicios del género humano, como ente transformador de su entorno, se han utilizado diversidad de canales, los cuales van desde los más simples, como los silbatos, las señales de humo, hasta los más sofisticados como la prensa,  la radiofonía,  la televisión, el teléfono, el fax, el correo electrónico, etc. Este medio, no es más que el intermediario utilizado para transmitir la información

    5.        CÓDIGO: Definimos el código como el conjunto estructurado de signos con base a ciertas leyes propias, utilizado para la elaboración de mensajes. Es estructurado porque debe cumplir con ciertas leyes de selección y combinación, las cuales han sido sugeridas o establecidas socialmente.  O sea que un código es producto de un acuerdo social. Por ejemplo, nuestro idioma es un código porque sus signos-letras-palabras-sonidos, corresponden a un orden de selección y combinación que ha venido estableciéndose desde los albores del castellano como lengua romance.  Lo mismo puede decirse de todos los idiomas y en general de todos los sistemas  de comunicación.  
     La mímica, el lenguaje humano, el sistema Braile, las señales de tránsito y de navegación, son ejemplos de códigos. El conjunto de señales marítimas está compuesto por gran cantidad de banderas triangulares y rectangulares que representan números y letras del alfabeto, y si se las levanta aisladamente, tienen distinto significado. Por otra parte, el sistema Braile, utilizado por los ciegos, combina puntos en relieve, que pueden leerse con los dedos, Cada signo representa una letra o un signo de puntuación

    Hablar de código entonces, es referirnos a un sistema bien organizado de signos y señales que nos permiten transmitir nuestros pensamientos y nuestros sentimientos.

    6.         CONTEXTO: Es el marco socioeconómico y cultural donde se difunden los mensajes en un determinado período histórico.  Decimos que cada mensaje debe ser elaborado especialmente para ser transmitido a perceptores que pertenezcan a un contexto determinado

    7.        RETORNO – RETROALIMENTACIÓN – FEED BACK:  El proceso de comunicación tiene un proceso retroalimentario, pues existe una interacción, una ida y una vuelta, entre emisor y receptor. Por ejemplo, el receptor puede decodificar un mensaje y, en función de su comportamiento, hacer que el emisor vuelva a pensar su mensaje primitivo y lo modifique. Es el proceso mediante el cual se da una respuesta a los mensajes recibidos. Dicha respuesta puede darse, utilizando el mismo código y canal o con códigos y canales distintos.  El retorno de la comunicación no es únicamente la respuesta verbal a un mensaje, es también la respuesta a nivel de conducta, actitud o simplemente la incomunicación.  Todas ellas son respuestas, medibles unas, observables otras, y algunas de ellas difícilmente comprobables a corto plazo, pero sin embargo, condicionan la vida social del hombre en el proceso de intercambio de mensajes. Resumiendo: Cuando el receptor envía una nueva información al emisor, basada en el mensaje que le transmitió éste, tal información se denomina retroalimentación, comunicación de retorno o de respuesta. 

    Cuando esto sucede, el hombre que en el inicio del proceso era receptor se transforma en emisor y el que originalmente era emisor queda como receptor de la nueva información.

    La palabra retroalimentación fue acuñada en el vocabulario de la cibernética y significa información recurrente.  La retroalimentación es una función de control que transmite a una fuente de operaciones reguladas las informaciones concernientes a los resultados de estas operaciones (información de retorno), permitiendo regular la fuente para adaptación de normas y objetivos antes de seguir avanzando.

    Sólo cuando existe retroalimentación se puede hablar realmente de comunicación, ya que al existir una información por parte del receptor como respuesta al mensaje enviado por el emisor, éste formulará una nueva información en la que se considerarán los datos externados por el receptor, quien al recibir el nuevo mensaje, volverá a transformarse en emisor y enviará una nueva respuesta, lo que originará un movimiento constante en el que los papeles de emisor y receptor se irán alternando en este flujo constante de informaciones que constituyen el proceso de comunicación.

    El hombre es un   emirec  (emisor – receptor), alternativa o simultáneamente cuando:

    Comunica a sus semejantes, se comunica con sus semejantes, cuando crea máquinas, cuando se comunica con el medio que forma, deforma y transforma.  Y simultáneamente en la comunicación intrapersonal o comunicación consigo mismo.

    8. CAMPO DE EXPERIENCIA:  Otro elemento en la comunicación, muy importante, es el campo de experiencia del emisor y del receptor.

    Wilbur Schramm dice que “El proceso de la comunicación interpersonal es posible cuando existen campos comunes de experiencia “ del emisor y receptor.

    Si los campos de experiencia del receptor no son los mismos que los del emisor, no se comprende el significado del mensaje.  Cuanto más grande sea el campo común de experiencia, más eficaz será la comunicación.

  • Un ejemplo de campo de experiencia común del emisor y el receptor es el idioma. Si el idioma del receptor no es el mismo que el del emisor, el mensaje transmitido por éste, en su idioma, no podrá ser comprendido por el receptor que no conoce el idioma en que está emitido el mensaje.  En este caso la comunicación es imposible.

     Ahora bien, cuando los campos de experiencia del emisor y del receptor son comunes y los demás componentes del proceso de comunicación están presentes, puede suceder que exista algún otro obstáculo para lograr la comunicación. 

    A ese obstáculo de cualquier tipo que distorsiona parcial o totalmente la comunicación, se le llama interferencia o ruido en la comunicación.  Un ejemplo de interferencia en la comunicación puede ser el ruido que se oiga mientras dos personas hablan por teléfono; si este ruido es intenso, provocará que la fidelidad de la voz se distorsione y, más aún, que no todo lo que la persona dice se entienda con claridad.  Incluso puede ser que se malinterprete el mensaje por completo o que el ruido sea tan intenso que una de las dos personas en el teléfono no escuche nada de lo que la otra dice en el otro extremo.

    Para evidenciar más aún que la comunicación es un proceso, es decir algo en constante devenir, se puede establecer la diferencia entre información y comunicación.

    La información es de carácter unilateral, tiene un solo sentido y es solamente una parte de la comunicación; además está contenido en el mensaje que el emisor manda al receptor.

    La información, al contrario de la comunicación, se caracteriza por la ausencia de retroalimentación.  Cuando el receptor se transforma en emisor y da una respuesta, ésta es ya una nueva información que, igualmente tiene un solo sentido.

    Hasta el momento en que estas dos informaciones se unen y pasan a formar parte de un mismo proceso de transmisión e intercambio de informaciones, se puede hablar de comunicación.

    IV.    FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN

    Según Jakobson existen seis funciones, definidas así por él:

    1.        REFERENCIAL:  Define las relaciones entre el mensaje y el objeto al que hace referencia.  Su problema fundamental reside en formular, a propósito del referente, una información verdadera, es decir, objetiva, observable y verificable.

    2.        EMOTIVA:  Define las relaciones entre el mensaje y el emisor.  En otras palabras, esta función enfatiza la actitud del emisor con respecto al referente.

    3.        CONATIVA O APELATIVA:  Define las relaciones entre el mensaje y el receptor.  Esta función trata de provocar determinadas reacciones en el destinatario.

    4.        POÉTICA O ESTÉTICA: Es la que predomina en la obra de arte.  En esta función el referente es la obra misma. En otras palabras, lo más importante es la forma en que los signos son distribuidos.

    5.        FÁTICA:  Por medio de esta función se afirma, mantiene o detiene la comunicación. En ella entran en juego signos que sirven para que la comunicación continúe  o se interrumpa.

    6.         METALINGÜÍSTICA: Define el sentido de los signos que pueden no ser comprendidos por el destinatario.

  • Cuando utilizamos el lenguaje, lo hacemos con una intención específica. Puede ser para informar sobre algo, convencer a alguien, expresar sentimientos... Todas las oraciones anteriores hablan de las olas del mar; pero se han emitido con diferentes intenciones. 

    Esas intenciones se denominan funciones del lenguaje.

    Función
    Intención
    Recursos usados
    Ejemplos
    Emotiva o expresiva
    Expresar los sentimientos y emociones del emisor.
    Entonación exclamativa o interrogativa; uso de pronombres y formas verbales en primera persona.
    ¡Qué susto me di! ¿No te lo he dicho yo muchas veces?
    Representativa o referencial
    Informar o transmitir un contenido: el mensaje.
    Léxico claro, apropiado y sencillo; exento de adornos o frases recargadas; entonación neutra, sin emotividad.
    La plata es buena conductora de la electricidad.
    Conativa o apelativa
    Influir, aconsejar o llamar la atención del receptor para que actúe de una forma determinada.
    Uso de pronombres y formas verbales en segunda persona; uso de verbos en modo imperativo; entonación exclamativa o interrogativa.
    ¡A ti, a ti te estoy llamando! ¡Pepe! ¡Siéntate! ¿Cómo te llamas?
    Poética o estética
    Expresar un mensaje de forma bella teniendo en cuenta el código y sus recursos.
    Los propios de la lengua literaria: vocabulario selecto, lenguaje cuidado y uso de recursos que evoquen belleza.
    Las nubes, cual copos de algodón, esponjosos, flotan en el azul del firmamento.
    Fática o de contacto
    Asegurar que el canal a través del cual se establece la comunicación, funciona.
    Expresiones sencillas, preguntas cortas para comprobar si el receptor escucha y comprende.
    - Oiga... ¿me oye?
    - Diga, diga... le escucho.
    Metalingüística
    Explicar y aclarar aspectos referidos al código, es decir, a la propia lengua.
    Frases sencillas y claras, sin complejidad; términos precisos y concisos, sin ambigüedad.
    Perro es una palabra primitiva y perrito es una palabra derivada.

V.    INTERFERENCIAS EN EL PROCESO DE LA COMUNICACIÓN

Un tipo de interferencia muy común en la comunicación cara a cara y que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta pero que es de vital importancia, es la que surge cuando emisor y receptor no utilizan el mismo código.

El código es un sistema de signos cuya significación ha sido convenida por un grupo de personas; por ejemplo, el lenguaje es un código en el que aparentemente cada palabra tiene un significado convenido de antemano por toda la sociedad.  Sin embargo, esto no es del todo cierto, pues el significado de las palabras varía debido a una serie de factores tales como, el uso común que se da al término y que depende de la época en que se usa, la zona geográfica donde se utiliza y el estrato social de quien lo utiliza, ya que responde al tipo de intereses del grupo al que pertenece esa persona y, por tanto, al significado convenido por los integrantes del mismo.

Por ejemplo, hasta hace aproximadamente diez años la palabra “galán” se utilizaba para referirse a un muchacho apuesto, guapo, de vestir elegante y de buenos modales.  En la actualidad, esa palabra se usa como sinónimo de novio o amante. Así, las muchachas dicen: “mi galán pasará por mí a las ocho”,  para referirse a su novio, pues también la palabra novio ha adquirido, en nuestra época un sentido despectivo dentro de algunos círculos de la sociedad.

De tal suerte, se encuentra que en el caso de la palabra galán ha sido sobre todo la época la que ha modificado su significado; por cuanto al caso de novio, ha sido no sólo la época sino principalmente un círculo social con determinadas características y costumbres, emanadas del estrato social.  Por ende, es muy importante que si vamos a tratar con gente adulta o joven, conozcamos el código de cada uno, así como el de adultos o jóvenes, pero según su estrato social o costumbres.  Así, en muchas ocasiones, aunque aparentemente se hable con los mismos términos y sobre el mismo tema, es posible que se obstaculice la comunicación.  Estos obstáculos que se refieren al código o significado de las palabras se denominan interferencias semánticas.
El mensaje ha de ser claro y sincero, y, a pesar de que el transmisor y receptor reúnan las condiciones para una buena comunicación, el mensaje puede ser deformado por el medio ambiente.

A.        LOS RUIDOS O BARRERAS EN LA COMUNICACIÓN.

Llamamos ruidos de la comunicación a todas las barreras o interferencias que impiden un libre flujo de mensajes entre un comunicador y un perceptor. Estas interferencias son llamadas de distinta forma: barreras, ruidos, interferencias, obstáculos, etc. No importa como se le denominen, es necesario señalar las posibles fuentes de las mismas.

En primer lugar haremos una clasificación de las fuentes que pueden originar ruidos.  Así tenemos que remitirnos al comunicador, al perceptor, al canal, al mensaje y sus elementos concomitantes: el contexto y el código.

Lo anterior significa que, en cualesquiera elementos que intervienen en el proceso de comunicación, pueden originarse los ruidos o barreras.

Las barreras pueden clasificarse, según su naturaleza, en físicas, fisiológicas, psicológicas, semánticas, etc., y pueden provocar el rompimiento del proceso comunicativo en cualesquiera de las instancias del mismo.

1.         BARRERAS FÍSICAS:   Son las fallas o deficiencias en la fuente o canal para la transmisión del mensaje.  Las barreras o ruidos físicos pueden ser de distinta índole, dependiendo de la naturaleza de la fuente y especialmente, del canal que se esté utilizando en el transporte del mensaje.

Ruidos en la fuente podrían ser por ejemplo la imposibilidad de captar todos los detalles de un mensaje o noticia (una noticia que no alcanzó a tomar todo el espacio de un accidente, ya que en el momento de hacerlo se había aglomerado demasiada gente, o el cuerpo  había sido cubierto, total o  parcialmente)

1.1.      Ruidos o barreras en el canal, son todas las lagunas de legibilidad por defectos de transmisión.  En espacios visuales como el periódico, constituyen ruidos las manchas de tinta, las letras muy débiles y líneas o dibujos de baja calidad de impresión. En los canales electrónicos, constituyen ruidos las interferencias en la transmisión por desperfectos en el mismo canal, por cese momentáneo de la corriente eléctrica, por averiarse una cinta magnetofónica, etc.

2.         BARRERAS FISIOLÓGICAS:   Si nos referimos al cuerpo humano, pueden llamarse barreras físicas. como ejemplos pueden mencionarse las que se producen por mal funcionamiento en los órganos de emisión y recepción tanto de comunicadores como de perceptores. Los problemas de audición por parte de los perceptores, así como los problemas en el aparato de emisión de la voz, son ruidos típicos de carácter fisiológico.  En la visión también pueden detectarse ruidos, cuando las personas tienen dificultad para captar las formas y los colores.  Son ruidos asimismo, el tartamudeo, el siseo, etc.

3.         BARRERAS PSICOLÓGICAS:   Son producidas por problemas en la atención, los filtros emotivos, los perjuicios, la noción de pérdidas y ganancias que se tenga en función de los mensajes recibidos  Al hablar de pérdidas y ganancias nos referimos emulando a Felipe Pardinas, no sólo  a ganancias o pérdidas de carácter económico, sino a las ganancias y pérdidas de carácter emocional por parte del perceptor. Caso contrario sucedería por ejemplo, cuando una persona centra su atención en un mensaje es porque le interesa sobremanera.  En este caso, se trata de una máxima ganancia el hecho de recibir el mensaje.  En suma, las pérdidas están asociadas con los ruidos o barreras, ya sean éstas (las pérdidas) voluntarias o involuntarias.

4.         BARRERAS SEMÁNTICAS:   La semántica estudia el significado de las palabras desde el punto de vista lingüístico.  En comunicación nos referimos a barreras semánticas al entorpecimiento de la comunicación por mala interpretación de la realidad.  La mala interpretación de la realidad puede ser producida por diversos factores.  Quizá el factor más común es la escasa referencialidad de algunos mensajes en torno a la temática central del mismo, o a la descontextualización de algunos signos utilizados para la elaboración de los mensajes. 

5.         PROBLEMAS PATOLÓGICOS:   Como la desnutrición, una afección pasajera, una jaqueca, pueden contribuir a crear barreras psicológicas en la comunicación, dado que el organismo es un ente armónico y no puede deslindarse la esfera fisiológica de la psicológica.

Está claro entonces que las barreras semánticas referidas al acto comunicativo pueden producirse no solamente por la mala interpretación de palabras y oraciones, sino por problemas de interpretación de hechos sociales completos, entre los que suelen citarse las costumbres, las tradiciones, los signos visuales, los ademanes, los mitos, etc.

B.        CLASIFICACIÓN DE LAS INTERFERENCIAS

1.    Interferencias, normales unas, como el idioma, los usos y costumbres, la tradición, la historia, la condición social... y otras anormales, que interfieren, deforman y hasta impiden la comunicación: El miedo, la susceptibilidad, la desconfianza, las emociones son algunas de estas interferencias anormales, aunque frecuentes.

2.    Bloqueos: Más eficaz que la interferencia, el bloqueo no deja pasar la comunicación, la impide, mata toda posibilidad de diálogo. Son ellos los perjuicios culturales, sociales, raciales... y las estructuras rígidas que presentan un modelo humano de vida que se considera único y definitivo.

Además de las dificultades por parte del transmisor, el receptor y el medio ambiente, la comunicación encuentra dificultades en la misma condición humana:

C.        BARRERAS POR LA MISMA CONDICIÓN HUMANA:

1.     Tendencia a juzgar: Escuchamos a los demás en actitud de jueces: Evaluamos, juzgamos a las personas que se nos comunican. Es bueno evaluar las ideas y vivencias, compararlas incluso con las propias vivencias, ideas y experiencias, pero sin que esto incluya un juicio a las personas que cortaría de cuajo la comunicación interpersonal.

2.     La curiosidad es otro obstáculo: Adoptamos la actitud de un periodista o un encuestador, preguntamos y preguntamos obligando casi al otro a que nos cuente más de lo que él desea comunicar.  Cada uno comunica lo que quiere y hasta donde quiera, sin que la curiosidad nos dé derecho a irrespetar la intimidad del otro con preguntas de ningún tipo.

3.     Tendencia a generalizar: Cada persona es única, singular, ella misma; por lo tanto la comunicación es algo singular, personal, único y no podemos catalogar, cuadricular a las personas según esquemas generales preestablecidos. Un ejemplo de generalización es afirmar ante el mal ejemplo de un “evangélico” ¿ves? Todos los evangélicos son iguales. Expresiones de estas, referidas a distintos aspectos oímos con frecuencia.

4.     Sentirse consejero: Ante un problema o dificultad, enseguida sentamos cátedra de consejeros, olvidando en la mayoría de los casos que no se nos está pidiendo consejo, y en el caso de que se nos pida, lo mejor que podemos hacer es ayudar al otro a que encuentre su propio camino o solución.  En las relaciones interpersonales lo que importa no son las fórmulas, las recetas, los consejos, sino la acogida, la ayuda, el ponerse a disposición de otro para que intente soluciones personales.

5.     Diferencias ideológicas: Convencidos de las propias posiciones, no aceptamos que nos contradigan, ni damos importancia a las opiniones contrarias o simplemente distintas, contraatacamos de inmediato a veces sin dejar terminar al otro.  Por el contrario, aceptar las diferencias es básico en la comunicación. Teniendo en cuenta que la uniformidad es muy aburrida y que precisamente la riqueza de la comunicación que nos hace crecer en relación radica en que todos somos distintos y en las distintas maneras de pensar y de ver las cosas. 

6.     La verdad no es propiedad privada de nadie, y escuchar al otro, aunque no coincidan nuestras posiciones, puede ayudarme a ver con más claridad.  Las ideologías distintas, desde esta óptica, se tornan más bien complementarias.

7.     Egocentrismo: La tendencia de muchas personas a creerse el ombligo del mundo. Se quieren imponer en todo momento.  No dejan hablar a los demás, intervienen a toda hora con el YO por delante.  Perder la idea de servicio, respeto, comprensión y aceptación del otro es un obstáculo muy grande para la comunicación.  Adoptar una actitud de esfumarse, desaparecer ante el grupo, si es preciso, en bien del grupo, es lo positivo.

8.     Resistencia al cambio: Es posible que la relación entre personas lleven al individuo a revisar sus ideas y conducta, pues las razones de los demás le llevan a un cambio en las propias costumbres.  Esto lógicamente suscita una actitud de resistencia que puede originar silencios incomprensibles, agresividad y fuga.  Pensar que la propia vida de cada persona es dinámica cambiante, que no hay nada acabado ni perfecto, y aceptar la razón venga de donde venga es la actitud positiva que fomenta la comunicación.

9.     Tendencia a refutar: Desde que inicia la relación uno adopta la actitud de descubrir los fallos en los demás para arremeter sin compasión contra los otros.  A cualquier falla en el razonamiento o en la exposición se responde de inmediato con un ataque argumental, sin esperar el contexto ni preocuparse por la comprensión más que por el debate.  No se trata de tragar entero, pero el primer esfuerzo debe ir encaminado a comprender y aceptar al otro, antes de rectificar.

10.  Actitud de escucha: No basta oír, en la comunicación hay que saber escuchar, es decir, oír con atención.  Si nos limitamos a oír en forma superficial y distraídos, nos quedamos solamente con los tics nerviosos, con las repeticiones, con las expresiones incorrectas o graciosas, con detalles intrascendentes. La actitud correcta debe ser de receptividad y reflexión, escuchando a los otros sosegadamente con inteligencia.  (ver las grandes barreras del diálogo)

E.     LAS GRANDES BARRERAS DEL DIÁLOGO

BARRERAS
ACTITUD NEGATIVA
ACTITUD CONSTRUCTIVA
Discrepancia
Diferencias
Recibir secamente la contradicción. No apreciar la opinión contraria. Contrarrestarla sin indulgencia.
Usted ve “normal” que haya gente distinta de usted. Que piense de otra manera. Usted “acepta” el hecho de las diferencias.
Prejucios
Divertirse, hiriendo los prejuicios de los demás
Usted adopta una actitud imparcial, comprensiva abierta.
Egocentrismo
Querer imponer en todo momento. Intervenir a todas horas con el YO.
Estar al servicio de los demás; usted se esfuma, si es necesario, delante del grupo.
Resistencia al cambio
Rehusar entrar en el razonamiento expuesto, si eso implica un cambio en las costumbres
Entrar con buena voluntad en el pensamiento del otro, aunque eso implique molestia y ofensa, si se juzga que el otro tiene razón
Refutación
Descubrir en seguida las fallas de la argumentación y aprovechar para arremeter contra todo, sin compasión alguna.
Usted hace, en primer lugar, un esfuerzo por comprender al otro en su totalidad, con sus defectos y cualidades. Sólo después piensa en rectificarlo.
Tiempo de escucha
Oír, sin escuchar. Fijándose más bien en los tics nerviosos en las repeticiones, en detalles sin importancia
Aprovechar al máximo el tiempo de escucha, inteligentemente, sosegadamente. Como persona adulta. Usted es receptivo. Medite lo que va oyendo.
 

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